Las aguas para beber, cocinar, preparar alimentos y otros usos domésticos así como la utilizada en la industria alimentaria tanto de red de distribución pública o privada, de cisternas o depósitos públicos o privados deben cumplir con las exigencias del Código Alimentario Argentino para que sean aptas para el consumo. Este requisito también debe ser indispensable para edificios, establecimientos educativos, clínicas y hospitales.
El perfil del análisis de aguas consta de un examen bacteriológico y un examen fisicoquímico.
Examen Bacteriológico: evidencia rápidamente cualquier contaminación que podría generar un problema sanitario en la población. Este se debe hacer en forma rápida y precisa para detectar presencia de microorganismos indicadores de mala calidad sanitaria del agua que será utilizada y adoptar las medidas necesarias para corregir las deficiencias. Las determinaciones realizadas son: Recuento de Aerobios Totales, Coliformes Totales, Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa
Examen Fisicoquímico: puede variar desde análisis sencillos donde se determinan las principales sustancias presentes, hasta análisis complejos que incluyen la determinación de una gran variedad de sustancias que por distintas razones pueden estar presentes en el agua. Las determinaciones realizadas son: pH, Cloruros, Dureza, Fluor, Nitratos, Nitritos, Sulfatos, Sólidos Disueltos, Arsénico, Hierro, alcalinidad, Calcio, Magnesio, Cloro total residual, Conductividad eléctrica.
Tipos de Aguas: